Aunque no es la función principal de la ciencia y los científicos, una y otra vez son los encargados de desentrañar los mayores misterios de nuestra civilización, muchos de ellos con siglos de antigüedad. Misterios tan con intrincados enigmas que, han perdurado durante siglos en nuestra cultura popular.
Lo hacen dentro de sus áreas de especialización académica, pero también en otras, como las artes plásticas, mostrando cómo la ciencia es una de las cosas más increíbles que tiene la humanidad. ¿Qué tal revisar algunos de los misterios que han desentrañado en los últimos tiempos? Hay muchas cosas intrigantes.
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Manchas moradas en el Palacio de la Alhambra
Ubicado en la ciudad española de Granada, el Palacio de la Alhambra es una construcción majestuosa, construida por los últimos gobernantes musulmanes. El espacio es uno de los más visitados del país europeo, sobre todo por sus ladrillos rojizos, que adquieren diferentes tonalidades según la orientación de la luz del sol.
Sin embargo, esta belleza de la humanidad se estaba volviendo púrpura. Muchos expertos estaban preocupados, pero todo se resolvió solo cuando un equipo de científicos encontró la respuesta, que no involucró ningún pigmento ni moho añadido. Eran partículas de oro insertadas en las pinturas que sufrían la acción de agentes externos.
Resulta que las hojas de hojalata que están detrás de las de oro sufren la acción de la humedad del ambiente y de los aerosoles que trae el viento del mar Mediterráneo, haciendo que el oro de las hojas se disuelva, dando ese color violáceo.
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El último teorema de Fermat
Pierre de Fermat fue un matemático francés que vivió en el siglo XVII. A pesar de su carrera poco publicitada, incluso por la falta de interés de Fermat, fue uno de los teóricos más productivos de su tiempo. Él creó uno de los acertijos matemáticos más desafiantes, el llamado «Último teorema de Fermat».
El teorema establece que no hay soluciones enteras para la ecuación «xn + yn = zn» cuando n es mayor que 2. El matemático y científico británico Andrew Wiles, junto con Richard Taylor, lograron probar la teoría, publicando la prueba definitiva del problema.
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Solución a la desaparición de Tracy Sue Walker
Tracy Sue Walker tenía 15 años cuando desapareció en Lafayette, Indiana, en 1978. Durante más de 40 años, sus padres y familiares desconocían su paradero, aunque se encontraron huesos y registros dentales. Lo que la pericia no pudo, en su momento, fue identificar si esos restos pertenecían a la niña.
Eso cambió este año, cuando la Oficina de Investigación de Tennessee desarrolló nuevas técnicas capaces de crear un perfil de ADN a partir del material restante. De esta forma, la información fue digitalizada y cargada en una base de datos genealógica, lo que permitió confirmar la identidad de Tracy.
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Autenticidad de la pintura de Botticelli
Sandro Botticelli fue uno de los pintores renacentistas italianos más influyentes. Durante décadas, un cuadro que se le atribuye, la «Madonna del Velo», no pudo ser autor, siendo aceptado como posiblemente obra del artista. Pero los expertos en arte comenzaron a sospechar de la pintura, sugiriendo que se hiciera un análisis EDX de emisión de electrones.
Un análisis rápido notó que la pintura contenía óxido de cromo verde opaco, un pigmento que no se usó ampliamente hasta 1862, aproximadamente 350 años después de la muerte de Botticelli. Finalmente, se admitió que la obra es de Umberto Giunti, un falsificador italiano que trabajó durante la década de 1920.
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La causa de la narcolepsia
La narcolepsia es un tipo de trastorno del sueño cuya característica principal es la somnolencia excesiva, aunque el individuo haya dormido bien y mucho. Durante mucho tiempo se desconocieron las causas de esta afección, a pesar de que afecta a 1 de cada 2000 personas.
El genetista de la Universidad de Stanford, Emmanuel Mignot, había estado tratando desde 1986 de descubrir qué gen era responsable del trastorno. Este año, el científico logró identificar que se trataba de un neurotransmisor llamado orexina, que favorece el insomnio y bloquea el sueño REM. ¡Viva la ciencia!